Diciembre 09, 2016

Se entregan Premios Capitán Garfio a los bio-piratas y Premios COG a los defensores de la biodiversidad durante el Convenio sobre Diversidad Biológica

CANCUN –  La Coalición contra la Biopiratería celebró la 6ª edición de los Premios Capitán Garfio en el marco de la 13 Conferencia de las Partes (COP13) del Convenio sobre Diversidad Biológica, este 9 de diciembre de 2016. La acción ocurrió en la entrada del edificio principal, donde se premió a cinco bio-piratas: corporaciones, gobiernos e instituciones que promueven la privatización de los recursos genéticos de los pueblos indígenas y comunidades locales. A la ceremonia de premiación asistieron organizaciones de la sociedad civil y delegados de los gobiernos.

“La biopiratería digital se está facilitando más que nunca” dijo el Maestro de la Ceremonia, el mismo Capitán Garfio. “Con el rápido desarrollo de las herramientas de edición genómica y biología sintética, los bio-piratas de hoy no necesitan salirse de sus barcos o aeroplanos — simplemente pueden subir las secuencias digitales de ADN en alguna nube y recrearlas como ADN sintético al otro lado del planeta.” Las implicaciones del secuenciamiento digital ha sido un tema candente en la COP13.

 

Premios incluidos:

DivSeek, un enorme proyecto internacional de secuenciamiento digital genético de la diversidad de cultivos, obtuvo el Premio a la Biopiratería Digital. “Se presenta como una iniciativa para los pueblos del mundo, pero en realidad DivSeek trabaja para escribir la sinfonía bio-pirata”, explica Edward Hammond de la Red del Tercer Mundo. “DivSeek entiende la biopiratería, y con toda intención se ha puesto del lado de los biopiratas digitales, y no del lado de quienes los combaten, porque es más fácil. [1]

La Delegación de Canadá a la COP13 obtuvo el Premio al Peor Comportamiento de un Gobierno. “Canadá merece este premio por intentar eliminar toda referencia a las secuencias digitales en el texto de la COP13”, proclamó el Capitán Garfio. El gobierno canadiense también anunció la inversión de 30 millones de dólares para digitalizar sus colecciones biológicas sin considerar que la biopiratería digital existe o las implicaciones que tiene sobre los derechos establecidos en los tratados.[2]

El ministro brasileño de Agricultura, Ganadería y Alimentación, Blairo Maggi, ganó el Premio Dos Caras por “decir una cosa en las negociaciones y hacer lo contrario en su país.” La oficina de Maggi impone medidas que limitan los compromisos de Brasil en el CDB. Un ejemplo es que en vez de ratificar el Protocolo de Nagoya sobre acceso a los recursos genéticos y participación justa de sus beneficios, apoya la creación de un marco para la biodiversidad que legaliza la biopiratería en Brasil.[3]

Finalmente, el Premio al Bio-pirata más Codicioso fue compartido por Coca Cola y Clarins. Coca Cola, la bebida omnipresente, logra ganancias extraordinarias por su producto “Coca Life” endulzado con stevia, sin compensar en ninguna forma a los pueblos Guaraníes que viven en la frontera entre Brasil y Paraguay y que han seleccionado por generaciones las plantas más dulces de stevia hasta lograr el fantástico cultivo que hoy conocemos.

 

“La stevia es agridulce” dijo el Capitán Garfio. [4] La empresa de cosméticos Clarins mereció el deshonroso premio por patentar el conocimiento tradicional de pueblos de África sobre el árbol de harungana y por vender su ingrediente activo a 7 mil dólares por kilo, mientras les paga a los recolectores africanos 2 dólares por un kilo de hojas secas. “Clarins tiene la desvergüenza de llamarle a esto “comercio justo”, dijo el Capitán Garfio.[5]

¡Pero no todo son calaveras y huesos! En los mares también vemos luces de esperanza. La ceremonia también celebró a los defensores de la biodiversidad con los Premios COG 2016, que reconocen a las comunidades, organizaciones y defensores de la biodiversidad que luchan contra los biopiratas y contra las amenazas a sus territorios.

Campanita presentó el Premio a la Defensa Legal más Creativa, para el Consejo Regional Indígena Maya de Bacalar, en Quintana Roo, que incluye a la Escuela de Agroecología Educe, a los apicultores Kabi Habin, al colectivo de semillas Much Kanan y varios ejidos. “Reciben este premio por lograr que se detuviera la siembra de soya transgénica en miles de hectáreas en su región y en otros estados. También los reconocemos porque están promoviendo una estrategia legal muy novedosa: rechazar que “los consulten” como forma de legitimar proyectos que van a afectarlos, explicó Campanita.  

Finalmente se otorgó el Premio a la Mejor Defensa de Un Pueblo, para el Tribunal Permanente de los Pueblos-México, por su sentencia en favor de la prohibición total del maíz transgénico en México, porque consideraron que el maíz transgénico es un crimen contra la humanidad y contra la civilización.

###

Notas a los editores:

El Capitán Garfio fue representado por Jim Thomas del Grupo ETC; Campanita por Verónica Villa del Grupo ETC.

Más documentación sobre los Premios Capitán Garfio y Premios Cog puede consultarse en

http://www.synbiowatch.org/captain-hook-awards-2016.

Estos premios los organiza la Coalición Contra la Biopiratería, un grupo informal de la sociedad civil que se formó en el marco del CDB en 1995.

 



[1] Más información sobre DivSeek y el CDB: http://www.twn.my/announcement/digital_genebanks_final_uslet.pdf

[2] Más información sobre el proyecto de secuenciamiento genético de Canadá: http://www.synbiowatch.org/captain-hook-awards-2016/?lores

[3] Para más información sobre Blairo Maggi y cómo promueve la deforestación y un trato despectivo a los campesinos de Brasil, ver este informe de Greenpeace, y ver la página de Terra de Direitos: http://terradedireitos.org.br/en;  http://www.greenpeace.org/brasil/pt/Noticias/maggi-o-bar-o-da-soja-e-tamb/