Quick Reads

Geo-Engineering Contest Heats Up as April Fools' Day Approaches

TIME IS RUNNING OUT TO STOP CLIMATE CHANGE

With less than a month left (March 2009) to enter ETC Group’s Pie-in-the-Sky contest, people from all over the world are sending in their outlandish ideas to re-engineer the planet so it (and we) can survive climate change.

Some professional geo-engineers have real designs in the works to manipulate the earth, sea and atmosphere on a large scale – to make carbon disappear, to keep sunlight from hitting the earth and, of course, to profit from the carbon market. They're a busy bunch: pleading their case in the press and at meetings of international environmental bodies; dumping iron particles from ships to “fertilize” the ocean; applying for monopoly patents on schemes to increase the carbon-sequestering capacity of plants by applying proprietary insecticides(!)1; and publishing articles in influential journals declaring that now is the time to “take geo-engineering out of the closet.”

El Tiempo se agota para detener el cambio climático

A menos de un mes del ciere de la convocatoria del Grupo ETC a la competencia “Tapando el sol con un dedo”, personas de todo el mundo han enviado sus excéntricas ideas para rediseñar el planeta, de modo que el planeta (junto con nosotros) pueda sobre vivir el cambio climático. Las propuestas de algunos geoingenieros profesionales para manipular los suelos, el mar y la atmósfera en gran escala ya están llevándose a cabo: propuestas para desparecer las emisiones, evitar que la luz del sol llegue a la Tierra y, por supuesto, para lucrar con el mercado de carbono.

El Grupo ETC convoca a la primera competencia de geoingeniería de la historia: "Tapando el sol con un dedo"

Arranca la primera competencia “Tapando el sol con un dedo” para las propuestas de geoingeniería más excéntricas para combatir el calentamiento global, al tiempo que la discusión sobre las propuestas técnicas para arreglar el planeta se pone más en boga: desde principios de año, un barco de India y Alemania zarpó hacia el océano y arrojó toneladas de sulfato de hierro por la borda en un dudoso intento por capturar dióxido de carbono en la profundidad del océano.[1] Una irresponsable empresa con capital de riesgo se prepara para verter urea en el Mar de Tasmania con el mismo propósito;[2] una universidad inglesa publicó la lista de las prácticas de geoingeniería más frecuentes;[3] y la Royal Society del Reino Unido está a punto de presentar su propia evaluación sobre la geoingeniería.[4]

Mensaje a la Oficina de Patentes de Estados Unidos: Olvídense de la patente sobre las verrugas, hace mucho que existen

El 4 de diciembre de 2008, mientras en Estados Unidos se consumían las últimas rebanadas de tarta de calabaza de la cena de Acción de Gracias, la Oficina de Patentes y Marcas Registradas de Estados Unidos (USPTO, por sus siglas en inglés) publicó la solicitud de patente número US 20080301830 A1 sobre una calabaza verrugosa, “inventada” por el director de ventas y mercadotecnia de la Siegers Seed Company en Holland, Michigan. La solicitud de patente reclama una “calabaza verrugosa… en la cual la cobertura externa incluye al menos una rugosidad asociada con la cobertura externa del cuerpo.”

Message to USPTO: Squash the Patent on Bumpy Pumpkins; there's plenty of prior (w)art

On December 4, 2008, while most folks in the United States were eating the last slices of pumpkin pie left over from Thanksgiving dinner, the US Patent & Trademark Office (USPTO) published patent application US20080301830A1 on a Warted pumpkin, “invented” by the Director of Sales & Marketing at Siegers Seed Company in Holland, Michigan, USA. The patent application claims a “warted pumpkin...wherein the outer shell includes at least one wart associated with the outer shell of the body.”

LOHAFEX Update: Throwing precaution (and iron) to the wind (and waves)

ETC Group joined the chorus of voices, including the German Environment Ministry, expressing its deep regret at the decision of the German Minister of Research to re-authorize the controversial LOHAFEX ocean fertilization expedition. Researchers on board the German vessel RV Polarstern have now begun dumping 6 tons of iron sulphate over 300 square kilometers of open ocean in the Scotia Sea (east of Argentina) to artificially prompt the growth of a large plankton bloom. It will be one of the largest ocean fertilization experiments to date.

Lo último sobre LOHAFEX: arrojando por la borda la precaución (y el hierro)

El Grupo ETC se unió al coro de voces, incluyendo la del Ministerio Alemán del Ambiente, para expresar su profundo rechazo a la decisión de la Ministra de Investigación de Alemania de reautorizar la controvertida expedición LOHAFEX de fertilización del océano. Los investigadores a bordo del buque alemán RV Polarstern han arrojado ahora seis toneladas de sulfato de hierro sobre 300 kilómetros cuadrados del océano abierto en el Mar de Scotia (al este de Argentina) para estimular artificialmente el florecimiento del plancton. Será uno de los experimentos de fertilización oceánica más grandes hasta la fecha.

Más sobre la expedición de LOHAFEX

Siguen los planes de fertilización oceánica a pesar de que el Ministerio del Ambiente de Alemania pidió que el barco se detuviera

En medio de una creciente oleada de protestas de los cuatro continentes, el Ministro Federal del Ambiente de Alemania, Sigmar Gabriel, ha pedido repetidas veces al buque alemán de investigación, el RV Polarstern, que detenga su controvertido experimento de fertilización del océano.(1) Sin embargo, los geoingenieros a bordo parecen ignorar los llamados el ministro. Ya en alta mar, van a todo vapor hacia el sitio en que intentan realizar el vertido de hierro.

LOHAFEX Update: Geo-engineering ship plows on as Environment Ministry calls for a halt

Amid a growing storm of protest stretching across four continents, the Federal Environment Minister of Germany, Sigmar Gabriel, has reportedly called for the German research vessel, RV Polarstern, to halt its controversial ocean fertilization experiment.

ETC Group and our allies in Germany, India and South Africa reported on an Indo-German research expedition, codenamed LOHAFEX, which was about to breach the global moratorium on ocean fertilisation established through the UN Convention on Biological Diversity (CBD).(2) The LOHAFEX researchers plan to spread 6 tonnes of iron sulphate (in earlier statements, they said they had 20 tonnes of iron sulphate)(3) over a 300 square kilometre patch of ocean, in order to spur phytoplankton growth. This "ocean fertilization" experiment is just one example of proposed technologies to intentionally alter the climate, known collectively as geo-engineering. By targeting the high seas, the LOHAFEX researchers are clearly breaching the terms of the CBD moratorium.(4)

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