Febrero 13, 2005

Syngenta abandona su patente mega-genómica: otra super bomba desactivada

Después de 72 horas de negociaciones por e-mail, teléfono y en persona, el viernes pasado, el gigante genético suizo Syngenta confirmó al Grupo ETC que abandonaría la lucha legal en la Oficina Europea de Patentes, en la Oficina de Patentes y Marcas Registradas de Estados Unidos y en otras partes del mundo por la otención de su patente multi genómica que cubre las secuencias de floración de al menos 40 especies vegetales. Syngenta anuncia esto después de un mes de campaña en contra de la patente, iniciada por el Grupo ETC y otras organizaciones de la sociedad civil.

Podríamos apodar a esta patente "Daisy-cutter", como la bomba convencional más grande del mundo, que se lanzaba desde los aviones de la fuerza aérea de Estados Unidos para limpiar áreas para el desembarque de las tropas en Vietnam y durante las guerras del Golfo y de Irak. La bomba Daisy-cutter explota aproximadamente un metro antes de tocar el suelo y destruye cualquier cosa viva en un radio de unos 330 metros. La solicitud -WO03000904A2/3- de patente de Syngenta funcionaría de forma similar, pues relcama, entre otras cosas, el descubrimiento de la secuencia de ADN que codifica para la floración del arroz. Más allá del arroz, la compañía también relcama la secuencia tal como aparece en muchos otros importantes cultivos, del trigo a los plátanos. "La solicitud de patente de Syngenta incluso reclama el monopolio sobre el proceso de floración de especies que aún no se descubren pero que usen la misma secuencia", explica Pat Mooney, Director Ejecutivo del Grupo ETC. Mooney se reunió con Syngenta en Berna, Suiza, el jueves pasado y recibió una llamada telefónica de la compañía el viernes por la mañana, confirmándole que abandonaría su lucha legal por la obtención de la patente.

Mooney y Andrew Bennett, de la Fundación Syngenta, debatieron la patente en una conferencia de Swissaid sobre Tecnologías Genéticas en la capital suiza, ante una audiencia de 240 personas, entre las que había representantes de distintos gobiernos y de organizaciones de la sociedad civil, incluyendo al Ministro de Agricultura de Zambia varios empleados de alto rango de otras empresas suizas. Hope Shand del Grupo ETC había escrito a Syngenta el 25 de enero conminando a la compañía a que renunciara a sus solicitudes de patente. La compañía respondió en un correo electrónico fechado el 8 de febrero que no defendería su patente en los países en desarrollo. "De cualquier forma, no aclaraban si mantendría n sus solicitudes en Europa y Estados Unidos", dijo Mooney en el debate. Después del encuentro público, el Sr. Bennett ofreció esclarecer la situación lo más pronto posible. La llamada telefónica de Syngenta el 11 de febrero dejó en claro que abandonaría su lucha legal por la patente en todo el mundo. Después de eso, el Sindicato Internacional de Trabajadores de la Alimentación, Agricultura, Hoteles, Restaurantes, Catering, Tabaco y Asociaciones Aliadas de Trabajadores (IUF, como se abrevia en inglés) en Ginebra, también recibió una carta de la corporación confirmando que abandonaría la solicitud de la patente.

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