Enero 20, 2006

Monsanto podría comercializar Terminator

Reconsidera su postura en torno a la tecnología de semillas estériles mientras una alianza global convoca a su prohibición definitiva

Monsanto, la compañía de semillas y agrobiotecnología más grande del mundo, hizo en 1999 una promesa pública de no comercializar 'tecnología Terminator' -vegetales diseñados genéticamente para producir semillas estériles. Ahora (2006) Monsanto dice que, después de todo, sí podría desarrollar o usar las semillas suicidas. El compromiso revisado de Monsanto sugiere ahora que usaría semillas Terminator en cultivos no alimenticios y no descarta otros usos de Terminator en el futuro. La modificación de la postura de Monsanto viene a la luz mientras la industria biotecnológica y de semillas confrontan movimientos de campesinos y agricultores, pueblos indígenas y aliados en una creciente batalla en Naciones Unidas sobre el futuro de Terminator.

En el año 2000, el Convenio de Diversidad Biológica de la ONU (CDB) adoptó una moratoria de facto sobre las tecnologías de semillas estériles, también conocidas como Tecnologías de Restricción del Uso Genético (TRUGs). Pero en la próxima reunión de alto nivel del CDB en Curitiba, Brasil (del 20 al 31 de marzo de 2006) la industria biotecnológica intensificará su presión para terminar con la moratoria de facto de seis años.

En respuesta, hoy más de 300 organizaciones declararon su apoyo para una prohibición global de la tecnología Terminator, argumentando que las semillas estériles amenazan la biodiversidad y destruirán las formas de supervivencia y las culturas de los 1,400 millones de personas que dependen de la semilla conservada de la cosecha.

"Los agricultores y pueblos indígenas del mundo no pueden confiar en Monsanto", dijo Alejandro Argumedo de la Asociación ANDES - Parque de la Papa, en Cuzco, Perú. "La promesa rota de Monsanto es una traición mortal porque los pueblos indígenas y los agricultores dependen de la semilla conservada de la cosecha para su seguridad alimentaria y su autodeterminación."

La tecnología Terminator fue desarrollada en primer lugar por el Departamento de Agricultura del gobierno de Estados Unidos y la compañía de semillas Delta & Pine Land para impedir que los agricultores conservaran y volvieran a usar la semilla cosechada, forzándolos a comprar nuevas semillas cada ciclo.

En octubre de 1999, en respuesta a una oposición mundial, Monsanto se comprometió públicamente a no comercializar semillas Terminator. El entonces Director Ejecutivo, Robert Shapiro, escribió una carta abierta a la Fundación Rockefeller, afirmando: Le escribo para comunicarle que nos comprometemos públicamente a no comercializar tecnologías de esterilización de semillas, como la denominada 'Terminator'".

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